miércoles, 30 de marzo de 2016

¿Para Qué Sirve el Calcio?

Tienda Naturista Osglo
Es el mineral más abundante en el cuerpo humano. El calcio es vital para la formación de huesos y dientes fuertes, además de realizar otras importantes funciones en el organismo, vitaliza las células, lo tonifica el organismo y tiene acción específica en la integridad de las membranas.

Así mismo, el calcio es importante para mantener un ritmo cardiaco normal, esencial en la coagulación sanguínea y en las secreciones; es cicatrizante de heridas y agente en la prevención del cáncer de colon. Puede incidir en la reducción de la presión sanguínea, mejora la circulación, la memoria y la concentración, tonifica los nervios y refuerza la voluntad, alivia la tensión emocional, los miedos, la neurastenia, el mal de genio, el lloriqueo y la irritabilidad e en los niños.

El calcio coparticipa en la función tiroidea para la regulación del suministro de energía. Para la regulación del suministro de energía. Para este propósito trabaja asociado con la paratiroides. Igualmente, el calcio actúa en forma recíproca con las proteínas para fijarse en los huesos. Tiene participación en las tareas del ARN y del ADN. También está implicado en la activación de varias enzimas, incluida la lipasa.

Para absorción del calcio en   el intestino y luego ser llevado a la sangre, es necesaria la lisina (este aminoácido entre otras fuentes, se encuentra en el polen, maní, nueces, quinua, algas fucus, levadura, papaya, manzana, uvas, zanahorias) y la vitamina D, los cuales le ayudan en una buena fijación.

En el cuerpo humano se encuentra calcio en dos formas: un, circulando constantemente en la sangre y otra, en estado fijo, formando tejido en la estructura ósea y en el órgano que lo necesita. El calcio también permanece en el interior de las células y en el líquido intersticial que las rodea donde es mayor la concentración.

Este balance es mantenido activamente por el organismo. El calcio en su forma ionizada junto  con el sodio, el potasio y el magnesio, regula un número determinado de procesos fisiológicos importantes que incluyen, entre otros, la coagulación sanguínea, las secreciones, reacciones enzimáticas, liberación de hormonas y neurotransmisores, excitabilidad neuromuscular, integridad de las membranas y acciones intra y extracelulares, entre otras actuaciones. El calcio de la sangre se encuentra en tres formas, en complejo con ácidos orgánicos, unido a proteínas y ionizado.

Las hormonas y otras reacciones causan cambios transitorios en la permeabilidad de la membrana plasmática, al ion calcio, de allí la importancia metabólica y fisiológica de este mineral, como también, el suministro del alimento natural y crudo, para que el organismo tenga una adecuada provisión de nutrientes; proteínas, minerales, vitaminas y carbohidratos.

Limitarse al consumo del calcio, sin otros complementos minerales, puede acarrear desbalances peligrosos, en los que se incluyen, las temibles calcificaciones o también las perdidas óseas. Conviene aclarar que o todo es calcio en nuestros huesos. Una gran parte de ellos es una proteína elástica: el colágeno y otras sustancias entran en su composición. Entre los elementos que forman el hueso, está el ion de fosfato de magnesio.

En su forma ionizada, junto con el magnesio, el potasio y el sodio, regulan un número determinado de procesos fisiológicos bioquímicos importantes que incluyen: excitabilidad neuromuscular, liberación de hormonas y de neurotransmisores, contracción muscular, trasmisión de los impulsos nerviosos y prevención de calambres.

Cuando la alimentación es pobre en calcio, se tiene la posibilidad de desplazar el magnesio en los tejidos blandos ocasionando problemas neuromusculares, dificultad en el movimiento, falta de flexibilidad y dolor en la articulación (el magnesio mantiene la función de la elasticidad). Además, los bajos niveles de calcio pueden acarrear espasmos musculares entumecimiento de brazos y piernas, e incidencia en la manifestación de la artritis reumatoidea y raquitismo. En suma, el desbalance de calcio y de magnesio crea alteraciones; un exceso de primero y escasez del segundo puede producir calcificaciones y endurecimiento de cartílagos, arterias y glándulas.

Fuentes Naturales de Calcio: Los reservas más ricas con alta concentración en calcio, en muestra de 100 gramos, son

Queso curado     810 mg                Nueces                 87 mg
Ajonjolí                783 mg                Maní                     74 mg
Requesón           300 mg                 Avena                  70 mg
Soya                   260 mg                 Escarola               68 mg
Almendras          252 mg                 Huevos                 58 mg
Avellanas            225 mg                 Ha. Trigo Int         40 mg
Espinacas           126 mg                 Bacalao                24 mg
Leche y yogur     120 mg                 Salmón                14 mg
Cuajada              95 mg                   Arroz                    10 mg

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