La úlcera péptica es básicamente una lesión localizada a nivel del estómago, el duodeno o el esófago. La úlcera tiende a afectar a todo el tracto gastrointestinal, a partir de la mucosa de la boca y terminando con la región rectal.
La úlcera péptica sugiere la participación de ácido clorhídrico y la pepsina en el desarrollo del trastorno. Cuando el ácido gástrico se produce en exceso, la membrana de la mucosa que protege el estómago y los órganos internos, el peligro es de daño, lo que permite que la bacteria Helicobacter pylori penetre la barrera y cause infecciones internas. Por lo tanto, en el caso de úlcera péptica, tanto el ácido gástrico y las bacterias son responsables del desarrollo de la enfermedad.
La úlcera péptica situada en el estómago se llama úlcera gástrica; úlcera péptica situado a nivel del duodeno se llama úlcera duodenal y úlcera péptica desarrollado a nivel del esófago se llama úlcera esofágica.
La úlcera péptica es muy común, millones de individuos a nivel mundial son diagnosticados con diferentes formas de la enfermedad cada año. El avance de la medicina moderna ha permitido a los científicos descubrir información más valiosa sobre estos trastornos, lo que les permite desarrollar nuevos tratamientos médicos.
Aunque en el pasado la úlcera péptica se sabe que afecta a las personas en su mayoría hombres, cada vez más mujeres sufren de formas de úlcera péptica en la actualidad. Las estadísticas indican que el predominio del consumo de tabaco entre las mujeres ha determinado un aumento de la incidencia de úlcera péptica en el género femenino.
Las úlceras pépticas en ocasiones pueden convertirse en trastornos más graves. Como resultado de complicaciones, úlcera péptica puede conducir perforación o úlcera de sangrado. Estas dos formas de úlcera se consideran, resultados de investigaciones muy peligrosas que indican una alta probabilidad de muerte debido a este tipo de complicaciones.
Perforar la úlcera implica desgarre severo de la membrana de la mucosa, provocando dolor agudo y acidez a nivel abdominal. La úlcera sangrante implica hemorragias internas y que precisa de la intervención médica inmediata.
La mayoría de las formas de úlcera perforada y sangrante requieren cirugía debido a su gravedad. Si la hemorragia es severa, la intervención médica se centra principalmente en la detención de la hemorragia y resucitar al paciente. El paciente requiere transfusiones de sangre para compensar la pérdida de sangre y necesita ser mantenido bajo supervisión constante hasta que se recupere.
Los síntomas más comunes de úlcera sangrante son: náuseas, fiebre, vómitos con sangre, presencia de sangre en las heces, heces negras, deshidratación, fatiga y debilidad corporal. Debido a la pérdida de sangre, tales formas de úlcera pueden conducir a la anemia.
Algunas úlceras pépticas son por lo tanto más difíciles de tratar que otras. Cuando se trata de la úlcera péptica, es muy importante también mantenerse alejado del alcohol, la cafeína, cigarrillos y refrescos de cola, ya que estos pueden todos, pueden agravar los síntomas de la enfermedad.
Usted debe tratar de respetar y llevar una dieta saludable y seguir el tratamiento médico prescrito por su especialista. Si se respetan estas instrucciones, los síntomas de la úlcera es muy probable que mejorara dentro de la primera semana de tratamiento, asegurando la remisión de la enfermedad.
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