La mayor parte del hierro se encuentra en la sangre formando
parte de la hemoglobina. Realiza funciones de importancia vital como la producción
de hemoglobina junto con el cobre, la oxigenación y formación de los glóbulos
rojos y el transporte del oxígeno desde los pulmones hasta todas las células.
Sin el hierro las células no podrían asimilar el oxígeno que
se respira. El hierro también participa en el proceso de síntesis del ADN. El
hierro es el mineral que está presente en mayor cantidad en la sangre (70%), el
bazo es el órgano más rico en hierro siguiéndole el hígado.
También se encuentra distribuido en la médula ósea en forma
de ferritina. No se encuentra como elemento químico aislado, sino unido a proteínas,
especialmente la llamada ferritina. El hierro de los vegetales se encuentra en
forma de sales férricas y en los alimentos animales como sales ferrosas.
Es esencial para muchas enzimas que toman una parte en la reparación
celular, para el desempaño de importantes funciones del hígado, en los procesos
de crecimiento de los niños, en el buen funcionamiento del peristaltismo
intestinal, en la producción de energía, y es necesario para lograr un sistema
inmune saludable.
Una sangre rica en hierro promueve la resistencia a las
enfermedades, es básica para el proceso de producción de energía y para la vitalidad,
y para una buena vida sexual activa. Entre otros síntomas asociados con la
deficiencia del hierro están; anemia, retardo en el crecimiento, insomnio, uñas
en forma de cuchara o acanaladas, perdida del cabello, fatiga, fallas en la
memoria, palidez, mareo, extremidades frías y estreñimiento.
Para que el hierro se puede absorber, es necesaria la
presencia en el estómago de cantidades suficientes de ácido clorhídrico (HCI). Así
mismo, para una completa absorción de este mineral, el organismo requiere de
cobre, manganeso, cobalto, ácido fólico, calcio, clorofila, vitaminas A y del
complejo B, siendo la B12 la que hace que el hierro funcione en el organismo.
Con la presencia de la vitamina C aumenta la absorción de hierro proveen la sal
orgánica de cobre.
Según el jornual of Orthomolecular Medicine, el hígado, el
bazo y la médula ósea almacenan cantidades adecuadas de hierro. En el hígado y
en la médula se producen anticuerpos, piezas vitales del sistema inmune. La
artritis reumatoidea, el cáncer y los antiácidos obstaculizan su utilización.
También, afirma esta revista, que la deficiencia de hierro
se presenta con mayor frecuencia, entre quienes sufren de candidiasis e
infecciones crónicas de herpes. La excesiva acumulación del hierro en los
tejidos está asociada con la hemocromatosis, un trastorno que produce una pigmentación
de color bronce en la piel. También causa cirrosis, diabetes y trastornos
cardiacos.
Fuentes Naturales de Hierro
El hierro está presente en mayores cantidades en la espinaca,
guasca, levadura de cerveza, alcaparras, perejil, fresas, ciruela, cerezas,
durazno, albaricoque, pera, frambuesas, uvas, ciruelas y uvas pasas, guayaba,
mora, banano, manzana, soya, ajonjolí, polen, rábanos, cebollas, lentejas,
semillas de girasol, alcachofa, calabaza, lechuga, zanahoria, maní, yema de
huevo, pescados, mariscos, aves de corral, ahuyama, remolacha (y sus hojas), espárragos,
aguacate, ajo, habichuela, guisantes, arvejas, tomate almendras, nueces,
avellanas, dátiles, lima, maíz millo, ortiga, diente de león, suelda consuelda,
anís y menta.
En anemias o procesos de embarazo, se recomienda el consumo de
una buena porción de arroz integral y tomar una aromática de Ben, a cambio de
los complejos ferrosos farmacéuticos causantes del intoxicación y
estreñimiento.
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